El desayuno fue como siempre muy surtido. Podían comer de todo: colacao, leche, cereales, galletas, pan con mermelada y mantequilla, zumos y palmeritas.
Después llegó la hora de las despedidas. Fue un valle de lágrimas. La gran mayoría de los niños y niñas se abrazaban y lloraban como magdalenas.
El primer autobús que salió fue el de Cuenca. Todos salimos a despedirlos. Luego nos llegó el autobús a nosotros y los de Córdoba salieron a despedirnos.
Durante unos kilómetros lo único que se oía era gimotear, pero poco a poco fue calmándose la cosa y, ya en Burgos, cuando hicimos la parada de descanso del conductor,la situación estaba tranquila. Comimos un bocadillo en Burgos y ya hasta Noja.
Hemos terminado las escuelas viajeras y creo que los chicos y chicas se lo han pasado bien, han hecho amigos, han conocido una provincia muy bien y creo que guardarán un recuerdo inolvidable de la viviencia.
No ha habido problemas. Los chicos y chicas se han portado bien y no se puede pedir más.
ESCEULAS VIAJERAS 7º DÍA |
Blog del colegio de Córdoba